Toscana
de José Miguel Romaña

Personajes de ficcion de toda condición social cruzan sus vidas en esta novela, con el añadido de un exhaustivo rigor histórico. Imprescindible para plasmar una época convulsa de temores sinfín ante las enfermedades y los hechos considerados sobrenaturales. A su vez, la región mas hermosa de Italia sirve de escenario inigualable para mostrar las grandezas y miserias del ser humano. Es durante la estación de las flores cuando el autor sorprende con los giros más imprevisibles del destino. por otra parte, nos guía para transmitir un elevado grado de sensaciones de todo tipo. Incluso también a riesgo de escandalizar la sensibilidad de algunas personas.

En estudio de valoración para una posible serie de TV por parte de una empresa audiovisual internacional con socios italianos, canadienses y estadounidenses; además de una editorial de Roma para ser traducida a la lengua italiana.

Tan renombrado, sobre todo durante la primavera, el territorio toscano es el primer protagonista deesta obra escrita con una prosa evocadora. Sus paisajes e impresionante patrimonio artístico y cultural, parecen los decorados en la vida de unos personajes de ficción creados por la fértil imaginación del autor. Y donde los históricos solo nos sirven de referencia en la convulsa época que marca la primavera del año 1478, a partir de la fallida conspiración de los Pazzi en la ciudad de Florencia contra la todopoderosa familia Médici de banqueros y políticos.

A las vivencias de aquellos seres humanos, hay que añadir la constante presencia de numerosos integrantes de la fauna silvestre y doméstica, de pelo o pluma mayormente. Lo que incluye plagas de langosta llegadas del continente africano. Además, no podía faltar la casi siempre decisiva acción de una naturaleza con su imprevisible e incontenible fuerza arrolladora. Ya que se hace muy activa con extremos tal como granizadas, lluvias intensas, movimientos telúricos, erupciones y tormentas varias con aparato eléctrico. Ello sin obviar la temida llegada de la «bestia africana», tal como era conocida en Italia la calima. Por supuesto, a cuenta de los abrasadores vientos procedentes de las profundidades del Sáhara.

En un escenario compartido donde no se describen apenas batallas bélicas, a excepción de algo sobre el asedio de Volterra, conoceremos la metáfora de los perdedores que parecen soñar despiertos con un porvenir más benigno. Cuando hombres y mujeres de cualquier condición social sobreviven con el lógico temor a sufrir nuevas epidemias pestíferas similares a la terrorífica de mediados del siglo anterior. Y sin olvidar tampoco los casi permanentes estragos producidos por la viruela. Personas dominadas con pensamiento único de rebaño por una Iglesia Católica que mantiene muy presentes un sinfín de supersticiones, a modo de invariable forma de perpetuarse en el poder sobre cuerpos y almas hasta el fin de los tiempos. Y mientras tanto suceden diversos fenómenos. Esos mismos que no pueden explicarse por las leyes de la Madre Naturaleza o que realmente supera sus límites.

Sobre el libro

Por medio de un exhaustivo rigor histórico, y con el añadido de una imponente ambientación, el papel de la mujer queda reflejado en su absoluta subordinación al varón. Pues va pasando sin remedio de padres a esposos, hijos o hermanos; salvo honrosas excepciones que rompen la regla, pero a riesgo de verse recluidas tras los fríos muros pétreos de un convento al quedar viudas o solteras de por vida. Sin voz ni voto para elegir su propio destino, y que en muchas ha de centrarse en ser una especie de vaca reproductora de la especie humana. Con el propósito de que siga viviendo a pesar de las dificultades intrínsecas de un parto invariablemente peligroso. Tanto para la madre como el nuevo neonato.

Asimismo, en esta muy extensa novela histórica descubrimos a diversos personajes llevados al límite con la pederastia, y con muy trágicos resultados, la desmesurada ambición artística y financiera, la miseria, la ausencia de higiene y el hambre con mayúscula de los pordioseros y demasiados campesinos. Y con vicios tan inconfesables entonces como la homosexualidad. A ello debemos añadir la obsesión de demasiados varones, religiosos o seglares, por holgar en los prostíbulos con mujeres de la vida obligadas a practicar el denominado oficio más antiguo del mundo. Sumándose también hechos violentos nefandos, en forma de crímenes ejecutados por medio de ofidios venenosos, así como el frío encargo de asesinatos y torturas. A modo de especial apartado de crónica negra se añade la sangrienta acción de los bandidos. Quienes solían mostrar su mayor o menor grado de agresividad en los caminos a transitar por los viajeros más indefensos.

Capítulo aparte bien merece la forma en que aquella sociedad afrontaba las enfermedades en el devenir diario, cuando absolutamente de nada servía rezar y autosugestionarse con la supuesta ayuda celestial. Tradicionalmente esperada por medio de hechos sobrenaturales alentados desde los púlpitos de los templos, a pesar de ser portadores muchas personas de un amuleto de la suerte tan popular como una pata de conejo disecada. Y de la mano de un excepcional médico egipcio de madre toscana, natural de Alejandría, podemos conocer los distintos tratamientos que ofrecía a personas literalmente atrapadas, en su ignorancia supina, por prejuicios de índole espiritual y miedos atávicos ante todo lo nuevo.

Personajes de ficción de toda condición social cruzan sus vidas en esta novela, con el añadido de un exhaustivo rigor histórico. Imprescindible para plasmar una época convulsa de temores sinfín ante las enfermedades y los hechos considerados sobrenaturales. A su vez, la región más hermosa de Italia sirve de escenario inigualable para mostrar las grandezas y miserias del ser humano.

Es durante la estación de las flores cuando el autor sorprende con los giros más imprevisibles del destino de sus protagonistas. Por otra parte, nos guía para transmitir un elevado grado de sensaciones de todo tipo. Incluso también a riesgo de escandalizar la sensibilidad de algunas personas.

El amor, el odio, el terror, los engaños, el sexo más sofisticado y brutal, las amistades rotas, y los diferentes abusos cometidos contra las mujeres, se dan cita aquí. Surgen en unas páginas que en absoluto van a dejar indiferente a nadie que las lea.

Tampoco debemos obviar que en aquel lejano Quattrocentoo siglo XV, brotaban como hongos las falsificaciones de obras de arte, reliquias, y los más diversos objetos de supuesta procedencia griega, romana y medieval.

En cuanto al destino final de los diversos protagonistas de ficción de la novela, a resaltar que está lejos de resultar algo presumible por depender del albur. Es con la intención de sorprender a los lectores-as; aunque, obviamente, en la medida en que ello resulte probable.

*Contenido original proporcionado por el autor

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