El cielo de tus días
de Greta Alonso

Publicación: 11 de abril de 2019
Editorial: Planeta
Páginas: 496
ISBN: 978-8408224723

Un mechón de pelo y nueve palabras: «Esta era ella. Este, su pelo. Yo, su asesino». Ten cuidado con lo que ocultas.

Biografía del autor

GRETA ALONSO es el seudónimo de una autora que nació en los ochenta cerca del Cantábrico. Ejerce un trabajo relacionado con su formación en ingeniería, actividad que ha desarrollado en diferentes campos y empresas del sector. Ha escrito cuentos, novelas cortas y relatos. En la actualidad vive en el norte de España, y compagina sus tareas profesionales con su pasión por el cine, la escritura y el deporte.Esta es su primera novela. Página web: gretaalonso.com | @gretaalonsowrites

Sinopsis:

La aparición de un mechón de pelo junto a un inquietante anónimo provoca la reapertura del «caso Alicia», la joven asesinada hace quince años en un monte de Cantabria; el hecho podría confirmar una terrible sospecha: ¿y si el autor del crimen no fuera el hombre encarcelado por ello hace más de
una década?
La eficiente y metódica inspectora Herreros se verá obligada a liderar la investigación entre un Bilbao opresivo y un Madrid frenético mientras seguimos los pasos en primera persona del inspector Brul, su jefe y mentor, el hombre que mantuvo una relación con la víctima meses antes del suceso.

Herreros y Brul, dos caracteres arrolladores, una fuerte atracción física, se sumergen en un crudo entramado de poder, mentiras y violencia. ¿Quién era Alicia? ¿Qué oculta Brul?

El coste de la verdad marcará para siempre a los protagonistas.

EL «CASO ALICIA»

Alicia López Torre era una joven de diecisiete años de edad, desaparecida el sábado 11 de agosto de 2001. Sus padres habían interpuesto una denuncia, y con ella se activó el protocolo de búsqueda. Cuando se solicitaron refuerzos a Madrid ya habían dado con su ropa en el monte Buciero, en Cantabria: unos excursionistas hallaron prendas ensangrentadas.

La sangre encontrada era suya, era la sangre de Alicia. En la escena rastros de lucha, arbustos aplastados. Jirones de cabello, una cuerda con restos de piel. ¿Fue estrangulada? ¿Apuñalada? El lance debió ser feroz.

Entre los restos se halló otro perfil sanguíneo, y los análisis arrojaron concordancia con
el ADN de un joven industrial italiano, fichado en su país por delito económico. Se
trataba de Ennio Rossi. Resultó que conocía a la víctima, y carecía de coartada.

¿Y el cadáver de Alicia? Allí no lo encontraron. Días más tarde, se descubrieron parte de
sus restos descuartizados en una de las empresas de Rossi. El presunto asesino se
proclamaba inocente, pero aparecía con la chica en unas grabaciones. Fue declarado
culpable, y se cerró el caso. No había móvil del crimen, ni cómplices. Sin embargo,
quince años después del crimen, un extraño sobre aparece en el buzón de la inspectora
Herreros.

La fecha coincide con la proximidad de la salida de Ennio de la cárcel. Esto podría
guardar relación, pero también podría apuntar a la complicidad de terceras personas, o
incluso que Ennio, el supuesto asesino,sea inocente. Se abren un sinfín de interrogantes
para los inspectores Brul y Herreros.

LOS PROTAGONISTAS

Una novela negra con grandes personajes y una grandísima
historia de amor llena de conflictos emocionales, grandes
diálogos y espectaculares giros.

EL INSPECTOR ÁLEX BRUL

«Uno sabe cuándo va a tener un día de mierda. Lo intuye al despertar, sin salir de
la cama; lo siente a oscuras, tras los párpados cerrados, al tomar conciencia de
sí mismo envuelto entre las sábanas.
Aquel iba a ser un día de mierda.»

El inspector Álex Brul es el jefe de la Policía Judicial de Bilbao. El día que aparece el
sobre con las pruebas que podrían reactivar la investigación del “caso Alicia” él ya intuía
que algo sucedería ese día. En el pasado, mantuvo una relación sentimental con Alicia,
algo que le atormentará de por vida. Pese a que habían pasado quince años, Alicia
seguía estando latente en su cabeza. No había logrado superarlo, más bien, había
aprendido a vivir con ello.

«Alicia surgía en todas partes, pero no era tangible en ninguna, y en las últimas
horas su imagen me asediaba. Estaba a punto de estallar.»

Con el paso del tiempo Álex había rehecho su vida. María había sido su tabla salvavidas,
y ahora se aproximaba su boda. Los preparativos del enlace ocupaban todas las
conversaciones, llevaban muchos años juntos y había llegado el momento de dar el paso.
Sin embargo, él no sentía ninguna ilusión. María ya no era la de antes, o al menos él lo
sentía así. Cada vez había más diferencias entre ellos y las discusiones se hacían más
frecuentes. Álex se refugia en su trabajo, donde tiene una relación especial con la
inspectora Herreros.

LA INSPECTORA NATALIA HERREROS

Natalia Herreros es una de las mejores inspectoras de la Judicial de Bilbao. La mejor.
Era realmente excelente en su trabajo, sin embargo, su vida personal no pasaba por el
mejor momento. Pronto cumpliría treinta y cuatro años, ostentaba un buen cargo en la
Policía, un trabajo envidiable, pero sentía que se había estancado. Convivía con Tomás,
un hombre del que había estado enamorada pero que ahora le producía pereza y ganas
de llorar.

«A veces fantaseaba con la idea de largarme, salir de allí dando un portazo brutal
que hiciera temblar las paredes. Al dejar atrás el portal, escucharía el estruendo,
el del edificio derrumbándose a mi espalda. Planeaba muchas cosas, pero nunca
hacía nada.»

Álex Brul es su jefe. Ambos tienen un carácter arrollador, y también una evidente
atracción. Este feeling llegará a ser incómodo entre ellos, hasta el punto de que Natalia
se planteará marcharse de Bilbao a Madrid, donde podría trabajar en Homicidios. Se
verá involucrada en el caso Alicia tras recibir un misterioso sobre en su buzón. ¿Qué
pintaba ese sobre en el buzón de la inspectora Herreros?

UN MISTERIOSO SOBRE

Tal y como reza el comienzo de la novela, Álex sabía que ese iba a ser un día de mierda,
pero no intuía hasta qué punto iban a complicarse las cosas cuando la inspectora Natalia
Herreros le tendió un sobre en la mesa. Un sobre con sus nombres garabateados con
rotulador negro y en letras mayúsculas. El envío era anónimo y dentro había una bolsa
de pruebas, transparente. En su interior, la foto de una chica, con nueve palabras en el
reverso:

«Esta era ella. Este, su pelo. Yo, su asesino.»

Se trataba de mucho cabello, de una coleta entera. Alex sintió un latigazo, no podía ser,
pero era. La foto era de Alicia, aunque eso no implicaba que el pelo fuese suyo. En
cualquier caso: ¿por qué alguien enviaba su supuesto cabello quince años después? ¿Y
por qué aparece en el buzón de la inspectora? Podría ser una broma macabra, una
broma de muy mal gusto, pero Alex tenía la certeza visceral de que ese pelo era de
Alicia. En lo que respectaba a la muerte de Alicia, quedaban cabos sueltos.

«Mis manos, curiosas, recorrían la bolsa. Me moría de ganas de abrirla, de
deslizar las hebras radiantes entre los dedos; olerlo, saber si quedaba algo suyo.
Pero no debía contaminar pruebas. En eso se había convertido su cabello, en una
prueba pericial. ¿Una prueba de qué? Eso aún no lo sabía.

(…) Yo no pude resistirme. Abrí la bolsa, introduje los dedos y extraje el mechón.
Acaricié con deleite los filos ambarinos. Cabello muerto brillante. (…) Acerqué el
mechón y aspiré su aroma. Cabello inerte. Cerré los ojos. Cabello de Alicia, que
ya no olía a nada.»

Lo que estaba claro es que la aparición del sobre suponía la posibilidad de reabrir el caso,
que había sido cerrado al declararse culpable al empresario Ennio Rossi.

TRASLADO A HOMICIDIOS

Finalmente, Natalia se trasladará a Madrid, al departamento de Homicidios, y dirigirá la
reapertura del caso. La tensión entre su jefe, Álex Brul, y ella, se había ido intensificando
con el paso del tiempo, y sentía que lo mejor para ambos era que se distanciasen. Así,
Natalia tomará la decisión de mudarse, de respirar aire nuevo. Tenía la necesidad de un
cambio. Bilbao ya era pasado, y el futuro estaba en Madrid.

«Aún no eran las ocho, pero ya era de día y la herida latía. Me puse al volante,
mientras repetía entre dientes mi propósito principal: evitar a Tomás y a Álex,
eludir conversaciones incómodas y preparar la mudanza inminente; apenas
faltaban diez días. Enchufé la música a tope, West End girls, de Pet Shop Boys,
mientras rodaba por la ciudad. Harta de esos rostros, de esas calles, de edificios
recios y farolas tristes. Había nacido allí, amé esas alamedas, pero todo fluía; las
personas y sus vidas.»

En cuanto al caso de Alicia, quedaban muchos cabos sueltos, líneas de investigación sin
explorar… por ejemplo, la que podría inculpar al propio jefe de la policía, el inspector
Brul, que mantuvo una relación con ella. Natalia estaba decidida a llegar al fondo del
asunto, no dejar ninguna posibilidad sin explorar, incluso la más descabellada. Para ello,
trazó un plan de acción. El listado de tareas de su libreta se desplegaba como una carta
náutica.

NUEVAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN
NÉSTOR, EL HERMANO DE ÁLEX

Álex tiene un hermano, Néstor, que está en la cárcel. Néstor se hizo íntimo de Natalia
tras su ruptura. En un sobre que le pertenecía, Álex había encontrado más fotos. Junto
a una foto de Alicia había veinte reproducciones antiguas, en blanco y negro, todas en
paisaje nevado; al fondo, dos picos y una torre almenada. En cada estampa, una
gigantesca caja de madera; y en cada caja, un código numérico y una palabra en pintura
roja: “Reprobus”. ¿Qué significaba todo aquello?

«—¿Crees que Néstor… oculta algo? Es tu hermano.
—Todo el mundo oculta algo.»

Interrogado el supuesto asesino, Ennio, mantiene su versión y se ciñe a su declaración
inicial. Natalia y él eran amigos y esa tarde tomaron algo por Santoña. Después se
despidieron. Sin embargo, en las grabaciones de las cámaras ella iba en su coche, se
dirigían al bosque. Se halló sangre en la maleza y parte de sus restos despedazados en
terrenos de su empresa. Ennio sostiene que es un cabeza de turco. Álex llegará a
considerar la hipótesis de que su hermano asesinase a Natalia para inculpar a Ennio.
Ellos dos habían sido socios, hubo conflictos, y tras la imputación de Rossi, Néstor salió
beneficiado con acciones de sus empresas.

Además, Natalia y Álex descubrirán que Néstor llevaba catorce años haciendo elevadas
transferencias de dinero a un tal Ibán Suárez, un reputado neurólogo vasco. ¿Qué
vínculo mantendría Néstor con alguien así? ¿Su hermano estaba en tratamiento, o se
trataba más bien del pago de algún “servicio” más oscuro? No lo sabían, pero habría
que llegar hasta el motivo de aquellas extrañas transferencias.

EL ANÁLISIS DEL GRAFÓLOGO

Natalia no quería dar nada por hecho ni descartar ninguna opción. Por ello, decidió
acudir a un grafólogo para que investigara el trazo del sobre manuscrito. Sabía que esa
disciplina no estaba aceptada judicialmente, pero, pese al escepticismo, toda
información era poca. El análisis del grafólogo la dejó de piedra. Estaba describiendo
el perfil de un psicópata.

«—He estado estudiando el manuscrito —comenzó Teo—. El trazo no es simple;
está plagado de filigranas y artificios… Te enfrentas a alguien complicado. Las
letras son elevadas; la zona superior se estira… Eso indica afán de poder, de
sentirse superior.
(…) —La letra es estrecha. Tensa y cerrada. Eso se traduce en ausencia de
empatía. ¿Sadismo? También capto velocidad. Ello muestra impaciencia,
ausencia de dominio del impulso. Y el trazo pastoso refleja fuertes instintos
sexuales.»

EL INFORME DEL INSPECTOR PINEDO

Natalia quiso entrevistarse con el inspector Pinedo, el autor del informe sobre el caso
Alicia. Ahora rondaba los setenta años y estaba jubilado. Fue apartado de las
investigaciones tres meses después del crimen por un accidente de tráfico. Cuando
Natalia le entrega el informe, éste le dice que ese no es el original, que está plagado
de lagunas e imprecisiones. Por suerte, el inspector guardaba una copia del informe
original, en el que aparecían datos que Natalia desconocía hasta el momento, por
ejemplo, que había semen en la ropa de la víctima. También aparecían detalles acerca
de cómo supuestamente Ennio hizo desaparecer el cuerpo. Se habló de que pertenecía
a la lupara bianca, una mafia que hacía desaparecer los restos de sus víctimas
desintegrándolos hasta borrar su rastro.

«Descuartizó el cuerpo, lo ocultó en algún sitio y, poco a poco, lo desenterraba y
lo iba disolviendo con sulfúrico diluido en agua; para acelerar el proceso. Era
químico, disponía de medios, y en un pequeño depósito hallamos distintas
“secciones”, por decirlo así: el torso, las piernas… Apenas llevaban unas horas
sumergidas y pudimos identificar sus tejidos.»

LA VERSIÓN DE LOS PADRES

Los padres, por supuesto, también habían sido interrogados. El día del crimen, Alicia
había salido de casa a las ocho de la tarde; iba al centro. Los padres advirtieron que había
desaparecido el domingo por la mañana, pero no dieron parte hasta el lunes, lo cual
resultaba muy extraño. Además, su versión de los hechos fue variando. Primero dijeron
que se trató de un secuestro en el propio domicilio. En la declaración inicial, la madre
sostuvo que su hija volvió a casa esa noche y se encerró a estudiar. Habló de un rapto
en el piso. Después cambió su versión: Alicia salió a las ocho y nunca regresó.

«—En el instituto mencionaron a un exnovio. Alicia estaba centrada en los
estudios, pero había conocido a un chico.
Según el informe, ese chico había acudido a esperarla a la salida en alguna
ocasión.
—Alejandro Brul. Tu jefe en la Judicial.»

Descubre las últimas Novedades Editoriales haciendo clic en la imagen

Artículo anteriorEntrevista a Carmela Díaz autora de «Tú llevas su nombre»
Artículo siguiente#YoMeQuedoEnCasaLeyendo