Fiona Mozley, finalista del Premio Booker, ofrece en ‘Soho’ una historia dickensiana sobre la gentrificación de las ciudades

  • En el libro se desarrolla la historia de un edificio del barrio de Soho (Londres) cuya propietaria, multimillonaria, quiere expulsar a las mujeres que viven y trabajan allí para construir restaurantes caros y apartamentos de lujo.
  • Además de la gentrificación, la autora expone la situación de las trabajadoras sexuales, y muestra su vida interior, sus relaciones humanas y sus familias.
  • Mozley asegura que la mayor de sus influencias para esta novela fue Dickens, “particularmente el de los últimos tiempos, cuando escribe sobre Londres de una manera muy surrealista”.

Cuatro años después de la publicación de su debut, Elmet, nominado al premio Booker, Fiona Mozley regresa con su segundo proyecto, Soho, una obra de realismo social ambientada en el histórico barrio de Soho. “Esta zona de Londres es la única que no duerme nunca. En ella suceden cosas excitantes y, al mismo tiempo, tiene un lado oscuro y un punto sórdido”, explica la escritora.

En concreto, en el libro se desarrolla la historia de un edificio amenazado por la gentrificación. Habitado por una heterogénea muchedumbre de ricos y pobres, en sus últimas plantas Precious y Tabitha, trabajadoras sexuales, han establecido su hogar, pero ahora corre peligro: la propietaria, una multimillonaria llamada Agatha, quiere expulsar a las mujeres que viven y trabajan allí para construir restaurantes caros y apartamentos de lujo. Pero esas mujeres no piensan rendirse. Soho es su territorio y están dispuestas a luchar.

“Quería presentar a un grupo de mujeres que intentan ganarse la vida practicando un oficio que no es el mejor trabajo del mundo. No les encanta, pero han tenido trabajos peores. Descubrí que se trataba de un equilibrio delicado”, comenta la autora. “Mi intención —añade— era explorar a esas mujeres como personas, con su vida interior, sus relaciones humanas y sus familias”.

En cuanto al estilo, la prosa recuerda en cierta manera a la decimonónica, tanto al realismo social de la época como a la tradición surrealista londinense. Al respecto, Mozley asegura que la mayor de sus influencias para esta novela fue la obra de Charles Dickens, “particularmente el de los últimos tiempos, cuando escribe sobre Londres de una manera muy surrealista”. Las últimas obras del autor de Oliver Twist,entre ellas Nuestro común amigo, La pequeña Dorrit o Casa lúgubre, son una gran referencia para esta escritora, ya que se refieren a la propiedad de tierras y aparecen toda clase de personajes que provienen de distintos sectores sociales y que intentan darle un sentido a la ciudad, “pero la ciudad es una bestia que se mueve según sus propios criterios”.

La capacidad para analizar la sociedad y sus diferentes estratos de la que esta escritora hace gala en Soho le viene dada en gran parte por sus estudios en materia de historia medieval, de la que es doctoranda: “En aquella época, había desigualdades e injusticias, pero lo que mantenía unida a la sociedad no era un aspecto monetario, sino que se basaba en las relaciones personales”, indica esta autora interesada en examinar en su obra esas diferencias y la manera en que las sociedades pueden estructurarse de maneras diversas.

Fiona Mosley se crio en York y asistió al King’s College de Cambridge,antes de vivir en Buenos Aires y Londres. En la actualidad cursa un doctorado en historia medieval. Elmet, su primera novela, fue galardonada con el premio Somerset Maugham y el Polari. También fue finalista del Man Booker de 2017 y del premio Ondaatje de la Real Sociedad de Literatura, así como semifinalista del Women’s Prize for Fiction, el Literary Award de Dublín y el premio internacional Dylan Thomas. Soho es su segunda novela y la primera en ver la luz en castellano.

Una dickensiana y trepidante comedia urbana de la finalista del Premio Booker

«¿Sabías que en la época de los Tudor todos los burdeles estaban al sur del río, en Southwark, y que no fue hasta mucho después cuando se trasladaron al Soho? Lupanares, los llamaban en esa época.»

Soho: un sitio cáustico, húmedo, insaciable. La única zona de Londres que realmente nunca duerme. Turistas que se pasean, oportunistas que merodean, adictos que se arrastran, trabajadoras del sexo que se exhiben para los clientes que las rondan, personas sin hogar, gente que está perdida. Bajan por la calle Wardour, se asoman por Dean, se meten en L’Escargot, se escabullen por callejones desiertos, esquivando borrachos y contenedores de basura, y salen a las bulliciosas avenidas desbordantes de energía, llenas de vida y desenfreno.

En una esquina descansa un edificio, igual que los edificios contiguos. Sin embargo, este alberga una heterogénea muchedumbre de ricos y pobres, desde el sótano hasta la terraza de la azotea. En las últimas plantas, Precious y Tabitha han establecido su hogar, pero ahora corre peligro: la propietaria, una multimillonaria llamada Agatha, quiere expulsar a las mujeres que viven y trabajan allí para construir restaurantes caros y apartamentos de lujo. Los hombres como Robert, que visitan el burdel, tendrán que ir a otro sitio. Y las personas que, como Cheryl, duermen en el sótano, deberán encontrar otro lugar donde esconderse al caer la noche. Pero esas mujeres no piensan rendirse. Soho es su territorio y están dispuestas a luchar.

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