Todo lo demás era silencio

Gracias a la edición anticipada del grupo Penguin Random House adquirí este libro titulado Todo lo demás era silencio de Manuel De Lorenzo y pese a que no había oído hablar del autor ni de la novela, decidí escogerla por su sinopsis y por su atractiva portada.

Todo lo demás era silencio es una novela corta de apenas 200 páginas pero que refleja en su interior un mundo de sensaciones muy complejas, en el libro nos narra la vida de Lucía y Julián una pareja sencilla en la que un día de lo más corriente su vida cambia para siempre.

Manuel de Lorenzo nos muestra a una Lucía sonriente, divertida, amable que disfruta de todo especialmente de aquellas cosas que le causan nostalgia. Durante el desarrollo de la novela también vamos descubriendo los aspectos más íntimos de Julián, un hombre que lo único que tiene claro en la vida es que Lucía es lo mejor que le ha pasado.

Esta pareja siempre está acompañada de su vecino y amigo Fernando, un hombre que hace de su pasión su profesión (Él vende objetos antiguos) en una de esas ventas Lucía le compra la novela Los años falsos, esta será clave para el término de la historia.

Aunque la novela no tiene una trama de giros inesperados pone de manifiesto la necesidad de evocar el pasado porque en esos pequeños instantes pueden determinar tu futuro. Y es que cuando Lucía vuelve al pueblo donde estuvo veraneando hace 20 años, descubre que casi todo lo que ella recordaba, era ya todo pasado, sin embargo, le ayudó a reencontrarse con viejos amigos.

Cómo he mencionado anteriormente cada párrafo invita a la reflexión, a continuación expondré un pequeño diálogo entre los personajes.
– El silencio del bosque es un silencio distinto, ¿no te parece? No suena igual. Tiene algo
de sagrado
– Nunca me había detenido a pensarlo
– Parece absoluto e impenetrable, pero si uno escucha bien, puede llegar a apreciar lo que se oculta tras ese silencio. Hay toda una historia de supervivencia ahí detrás.

Manuel ( el autor) muestra como cada persona tiene su propio dolor este puede ser interno o externo pero ese dolor también hace que seamos quienes somos hoy, y tiene que ver en parte con el azar que como exponen en la obra no es algo difuso e incierto, no el azar no es eso.
Cree, más bien, que el azar es concreto. Impredecible, eso sí pero concreto. Extraordinariamente exacto.

Como dije al comienzo de la reseña no había escuchado hablar de este autor, sin embargo, ahora estaré muy pendiente de su próxima publicación. Y estoy segura que en breve volveré a reencontrarme con Lucía y Julián.

Reseña de Laura R. Duran