Entrevista a Emilio Moya, autor de «La Duda»
Por Eva Fraile.
Hablamos con el escritor Emilio Moya por su actual proyecto de reedición de La duda junto con el editor Javier Arroyo, novela publicada anteriormente por la editorial Caligrama. Moya también trabaja en la continuación de dicha novela, la cual es totalmente inédita. Además, voy de lleno a hacerle la pregunta que más le deben haber hecho últimamente: ¿cómo alguien de números se mete tan de lleno en las letras?
1– ¿Qué te inspiró a escribir «La duda»?
“La duda” no apareció por ser un proyecto predefinido, ni porque yo tuviera la intención de escribir una novela. Todo comenzó cuando creé sobre un papel dos personajes: Lorenzo e Ignacio, sin otra intención que saciar una necesidad creativa. Tal fue la experiencia y la profundidad de estos personajes, que me vi en la necesidad de darles vida, y para ello comencé a construirles un atrezo, un pasado, un presente y hasta un futuro. Pero lo curioso fue que a medida que les iba dando vida, ellos también me iban proporcionando bocanadas de ilusión y de aliento, como una simbiosis. Fue una experiencia enriquecedora que intento mantener. Sí, ellos son los causantes de que la novela exista.
2– Supongo que te lo habrán dicho más de una vez, pero ¿cómo alguien de números, se mete tan de lleno en las letras?
Sí, es una pregunta frecuente. Ya desde pequeño mi afición por los números era evidente, en el colegio las matemáticas se me daban muy bien y me gustaban, lo que no era óbice para que me atrajesen otros tipos de conocimientos y actividades. Cuando tuve que elegir entre una formación científica y una de letras, elegí la primera porque me gustaba, se me daba muy bien y siempre nos decían que las salidas laborales eran mayores. Y cuando tuve que elegir entre qué carrera universitaria escoger, tuve la duda entre Física o Matemáticas, finalmente elegí la primera. Son opciones cerradas, una u otra, y así decides, lo que no implica que repudies la no elegida. Amar la literatura no está reñido con las Ciencias, al menos en mi caso. Disfrutar de una poesía, sentir un drama o entretenerte con un thriller no es exclusiva de nadie, y escribir una ficción literaria, tampoco.
3– Creo que sobre esto hay bastantes prejuicios, ¿no? Lo de separar siempre las letras de los números…
Sin duda. En este caso, se pone de manifiesto, una vez más, la necesidad que tenemos los seres humanos de clasificar. A medida que el conocimiento ha ido creciendo, los saberes se han tenido que ir separando, hoy en día es imposible saber de todo y mucho menos profundizar en todo el conocimiento. En un momento de nuestras vidas debemos elegir hacia dónde dirigir nuestros estudios, pero el hacerlo no implica que desdeñemos la opción no elegida. Muchos de mis compañeros de ciencias les encanta leer y disfrutar de la literatura, incluso estoy convencido que lo harían bien escribiendo y no lo hacen por diversos motivos. En la antigüedad, esa distinción números-letras era mucho más difusa, ha sido una necesidad el ir separándola, no una incompatibilidad. Los prejuicios no están justificados, en esto tampoco.
4– Volviendo a la obra, ¿cómo surgió la idea de combinar elementos de thriller con un enfoque tragicómico y satírico?
Lorenzo e Ignacio (los protagonistas de la novela) son los que de una u otra manera han marcado los tiempos, incluso el estilo literario de “La duda”. Para presentar a dichos personajes vi adecuado hacerlo bajo un enfoque tragicómico, creo que es el estilo propicio para que el lector los conozca en profundidad, en esencia´. Pero una vez que la trama se va desarrollando, va apareciendo el estilo thriller porque el ritmo y la historia así lo demanda. Sé que es arriesgado en el mundo editorial mezclar géneros, pero como he expresado en la pregunta anterior, intento alejarme de los prejuicios, escribo lo que me apetece como escritor y como lector, busco entretener, sugerir, hacer pensar y despertar emociones, y en este caso he visto conveniente mezclar géneros.
5– ¿Personaje favorito de La duda?
Lorenzo e Ignacio, los dos protagonistas. Son los artífices de que me haya internado en el mundo de la literatura, mi cariño hacia ellos es enorme, no creo que ningún personaje que cree a partir de ahora me genere tal cariño. Aunque nunca se sabe.
Son dos personajes de ficción, Ignacio, incluso, un ser disparatado, pero si el lector profundiza en ellos, podrá comprobar que son personajes más comunes de lo que pueden aparentar, de hecho, están creados de multitud de imágenes, actitudes y comportamientos de seres muy reales que he ido observando a lo largo de mi vida. Animo al lector a que los conozca.
6– Y, ahora, La duda se marcha a Amazon, ¿verdad? ¿Por qué?
Sí, hemos decidido reeditar La duda y lo vamos a hacer con Amazon. Queremos darle un aire nuevo, que sea más asequible al lector, intentar que se conozca más, y creemos que Amazon nos proporciona más posibilidades en este sentido.
7– ¿Por qué viste necesario, además, escribir una continuación?
Las principales incógnitas que aparecen a lo largo de La duda se resuelven, y por lo que me han ido comentando muchos lectores, en un final inesperado y sorprendente, tal y como era mi intención, lo que me satisface enormemente. A pesar de ello, quedan en el aire, pendientes de resolver, algunas interrogantes que han ido apareciendo a lo largo de la novela. No era una idea preconcebida, pero surgieron en el desarrollo de la trama.
Con todo, no tenía claro si hacer la segunda parte para cerrar de manera definitiva la trama o dejarla así, pero la insistencia de muchos lectores para que no los dejase con esas interrogantes, fue un empujón definitivo para despejar mi duda y animarme a escribir la continuación. En realidad la novela se ha convertido en un libro de más de ochocientas páginas dividido en dos volúmenes. La duda es la primera parte y la segunda espero que esté a disposición de los lectores en poco tiempo.
Por Eva Fraile, de La Reina Lectora
@reinalectora
Editorial: Autopublicado
Publicado: 26 agosto 2024
Páginas: 382
ISBN: 979-8336986150