Una ficción histórica de vampiros en la Edad Media busca casa editorial.
Por Eva Fraile.
Miguel Rivera es un autor especializado en el género vampírico que ha publicado hasta la fecha dos novelas: El ritmo de los condenados y El retrato del depredador. Ahora busca casa editorial para su nueva novela, una ficción histórica en donde estos seres mitológicos, los vampiros, se encuentran en Castilla, en un siglo pasado.
1– ¿Qué te inspiró a ambientar tu nueva novela (inédita) en Castilla y en un siglo pasado?
Era una idea que tenía desde hacía tiempo, y que fue tomando forma cuando leí la novela Los bandos de Castilla, de Ramón López Soler. Está ambientada en la Edad Media, y tiene una prosa hermosa que puso en marcha mi imaginación. Además, la oscuridad, literal y figurada, de siglos pasados, encaja perfectamente con la temática de los vampiros. En cuanto a Castilla: he visto muchas historias de vampiros ambientadas en el pasado y en lugares como Transilvania y Francia, así que yo decidí ambientar la mía cerca de casa. Asimismo, el paisaje característico del interior de España es muy distinto de lo que se suele encontrar en novelas góticas o de vampiros, lo cual da personalidad a mi obra, y a mí me supuso un desafío del que disfruté mucho.
2– ¿Qué tipo de investigación has llevado a cabo, sobre todo para la recreación de la época?
Aunque no te lo creas, Google Maps es una herramienta utilísima e indispensable para determinar distancias, y para ver fotografías. Muchos lugares naturales y alejados de las ciudades no han cambiado tanto con el paso de los siglos, así que sirve para hacerse una idea. El material del que más me serví fue una infinidad de artículos y tesis de todos los aspectos que te puedas imaginar: la arquitectura, el clima, la percepción del tiempo, la forma de hablar, las creencias religiosas, la situación política y mil cosas más. Otra cosa que me fue útil fueron los grabados, para ver cómo eran las ciudades. Fueron más comunes en los siglos siguientes (Los inmortales de Castilla se ambienta a finales de siglo XV), pero las ciudades no empezaron a cambiar radicalmente hasta la revolución industrial, así que me sirvieron igualmente.
3– ¿Puedes darnos una idea general de la trama?
En 1492, la caída de Granada trae consigo el comienzo de una nueva era para la Corona de Castilla de la mano de Requiario de Compostela, un famoso guerrero. Ramiro de Nueva Carpetania, un hidalgo que ansía restaurar el honor de su familia, se une junto al héroe galaico al Gladius Dei, un cuerpo militar de la Inquisición cuyo objetivo es investigar y eliminar amenazas sobrenaturales. Lo que no sospechan es que los vigila un inmortal antiguo que ha torturado a Ramiro desde su juventud, y su encuentro con el abominable ser desencadenará sucesos que cambiarán las vidas de ambos para siempre. Descubrirán conspiraciones religiosas y políticas, y tendrán contacto con más inmortales que han visto nacer y crecer la Corona de Castilla, e incluso han sido testigos de eras más arcaicas…
No puedo dar muchos más detalles para no hacer spoilers, pero como siempre, me he esforzado en escribir una novela con una trama compleja e interesante, pero que al mismo tiempo no sea difícil de seguir. No es una tarea fácil, pero ya lo he hecho varias veces, y creo que le he cogido el tranquillo.
4– ¿Qué desafíos encontraste al crear personajes y adecuarlos a la época histórica elegida?
No tantos como te podrías imaginar. Los seres humanos no cambiamos tanto; nos mueven las mismas pasiones e instintos que siempre, pues en 500 años la evolución no hace casi nada. Amor, odio, envidia, lujuria, lástima, codicia… seguimos sintiendo lo mismo. Lo único que me separa de un hombre del Siglo XV son los detalles, si bien claro que hay que prestarles atención. Al meterme en el ambiente de una época de transición, pude hacer personajes con una mentalidad más de acorde al viejo orden, mientras que otros tienen inquietudes sobre lo que puede traer la nueva era, con sus transformaciones tecnológicas y nuevas formas de pensar. Eso, sin mencionar que los vampiros son inmortales, así que algunos personajes tienen perspectivas mucho más grandes que otros. Mucho contraste, mucha diversión.
5– Al hacerte la pregunta anterior, me he dado cuenta de que, realmente, los vampiros son bastante anacrónicos. ¿Cómo contemplas esto?
Si te refieres a que Los inmortales de Castilla está ambientada cientos de años antes de que se solidificara la leyenda moderna del vampiro, no me supone un problema, ni se lo ha supuesto a muchísimos otros autores. Después de todo, siempre ha habido leyendas de demonios parecidos; cada autor se lo monta como quiere. Yo en esta novela he evitado usar la palabra “vampiro”, puesto que no existía, y en su lugar he usado “inmortal”. De ahí el título.
6– ¿Hay temas específicos que te gustaría explorar en esta nueva novela?
El primero y más importante: el mal como tentación, por supuesto, en esta ocasión visto principalmente por un punto de vista cristiano, que así era la época. El paso del tiempo también es un tema para el que los vampiros son útiles, y en Los inmortales de Castilla hay varios personajes que han vivido muchísimos siglos. Leer una novela ambientada en el pasado lejano, con personajes que recuerdan un pasado todavía más remoto, es como un doble viaje en el tiempo, lo cual me gusta mucho. Se lo debo a Anne Rice, probablemente. El rol de la religión en la sociedad, la lealtad, el sexo y muchos otros temas también se exploran.
7– ¿Cómo conectan estos temas con los de tus novelas anteriores?
Directamente. Por ejemplo, la idea de una historia centrada en un hombre que es transformado en una criatura con impulsos malvados que debe intentar resistir, es algo que ya exploré en El ritmo de los condenados, pero en esta lo llevo más allá, ofreciendo a Ramiro la luz de la salvación, y aportando las perspectivas de muchos otros personajes. Todas mis obras, aunque por supuesto tienen personalidad propia, hasta cierto punto están cortadas por el mismo patrón: la estética del mal, la fascinación que me produce. Todo emerge de ahí.
8– ¿Algún pasaje o momento de la trama que te guste especialmente?
Demasiados para poder elegir, por no mencionar que arruinaría las sorpresas. Pondré un pasaje del primer capítulo, que me parece que mete bien al lector en el ambiente de la época:
“Vivíamos en mundo donde todo se repetía: las estaciones, las cosechas, el día y la noche, el movimiento del sol, la luna y las estrellas. Viviendo en un lugar apartado donde no se tenían a menudo noticias de nada, a menos que algún comerciante se pasase por aquí, uno quedaba desconectado del gran flujo de la historia. La vida era una constante repetición de actos realizados por hombres anteriores, sucesivamente hasta llegar a tiempos bíblicos, y así, al principio del universo. Nadie distinguía claramente pasado de presente ni futuro, ni tampoco tenían necesidad de ello. Vivíamos todos arropados por la fría niebla de los tiempos, y para muchos, no existía nada más que el pueblo, la montaña y el castillo, como si se hallasen en un rincón perdido de la creación.”
9– ¿Dirías que esta obra es mejor que las anteriores que has escrito?
Desde luego, es la que más he trabajado con diferencia, y he llevado los temas que me interesa explorar con la ficción hasta donde soy capaz ahora mismo. Aparte de eso, creo que la trama ofrece todo y más que lo que tenían mis novelas anteriores, y los personajes tienen más profundidad. O sea que sí, diría que es la mejor, aunque tal vez piense lo mismo de la siguiente que escriba, o cambie de opinión dentro de unos años. Nunca se sabe.
Por Eva Fraile, de La Reina Lectora
@reinalectora
Editorial: Adarve
Publicado: 4 enero 2019
Páginas: 464
ISBN: 978-8417548964
Editorial: Adarve
Publicado: 26 noviembre 2021
Páginas: 386
ISBN: 978-8418958847