«Inolvidar», de Iris Morata, una novela en la que nadie es bueno ni malo y ambas cosas a la vez.
La escritora catalana Iris Morata (Barcelona, 1982) sabe muy bien lo que es cruzar fronteras: ella misma cruzo, hace ya algún tiempo, la que separa el mundo de la moda del de la literatura para dedicarse a su pasión por las letras. Ahora, en Inolvidar, su primera novela, son sus personajes los que las cruzan continuamente, exponiendo ante el lector comportamientos que podrían resultar censurables y moviéndolo con ello a un ejercicio de empatía que lo sumergirá de lleno entre sus páginas.
Iris Morata es consciente de que algunas de las cosas que cuenta en su novela debut, Inolvidar, pueden resultar chocantes para el lector, que pueden incomodarlo. Ella sabe también que todos, de una manera u otra, acabamos configurando un marco moral en el que una fina línea delimita lo que esta bien, lo que es aceptable, y lo que nos repulsa. Y la mayoría de las veces ni siquiera sabemos por qué o cómo hemos colocado ahí esa línea. Simplemente la tenemos y con arreglo a ella nos manejamos por la ida.
Por eso, el principal valor que tiene Inolvidar es el de obligarnos a repensar si esa línea es lo suficientemente flexible, empatizar con los demás y pensar por qué son como son, por qué hacen lo que hacen. «De entrada, antes de intentar empatizar más allá, podríamos ser más sinceros con nosotros mismos sobre nuestro propio lado oscuro. Por otro lado, cuando nos hieren es muy difícil empatizar con esa maldad que nos ha causado daño. Pero, como sociedad, si fuéramos capaces de entender que detrás de un lado oscuro, de una mala acción, de un comportamiento incorrecto, hay, en muchos casos, sufrimiento en varios formatos, seríamos capaces de ayudar de un modo más eficaz, juzgar menos, y, a la vez, llevar mejor la culpabilidad».
Inolvidar es un tapiz de historias que se entrelazan: la madre que busca a su hija; el profesor de francés que lucha contra el deseo de lo prohibido; el líder de una secta que recurre a métodos poco recomendables. Todos son personajes fronterizos, podríamos decir, porque sirven a un propósito básico de la autora, explorar el límite de nuestros marcos mentales. «En la vida real es difícil empatizar con las malas acciones o la maldad ajena, y es muy fácil juzgarla. Cada uno decide lo que está dispuesto a considerar admisible y lo que se escapa de esa línea. En la ficción de una novela, me parece interesante explorar esa frontera, que cada uno fijaría en un lugar distinto, y exponer al lector a empatizar con actos normalmente tachados de incorrectos, inmorales o incluso detestables», comenta la autora, que define en una sola frase el espíritu de su novela: «En Inolvidar, como en la vida, nadie es bueno o malo, y las dos cosas a la vez».
Esta dualidad bueno-malo, esa flexibilidad de criterios, al final hace que esta sea una novela difícil de clasificar. Por alguna razón, a las novelas hay que clasificarlas siempre, lo cual es interesante por un tema de organización, desde luego, por tener ubicados a los autores y a sus obras en un espacio en el que encontrarlos fácilmente, o bajo un criterio académico, pero aplicar esto a lo que escribe no le interesa en absoluto a Iris Morata. Todo lo más que concede sobre denominaciones genéricas para su libro se resume de manera escueta y concisa: «Una novela mixta que puede gustar tanto a los amantes del suspense, el romance o la aventura».
Y es que la escritora barcelonesa reniega de las etiquetas como quien huye de un corsé que aprieta demasiado o de unos zapatos obligatorios por protocolo pero que le hacen daño. Y algo sabe de esto, porque ella misma procede del mundo de la moda. Hace no mucho, se dedicaba al diseño de zapatos, aunque ya llevaba tiempo dedicándose, en sus ratos libres, a escribir historias, una pasión que, en realidad, siempre llevó dentro. Ahora, afincada en la Provenza francesa y centrada en su labor literaria, echa la vista atrás con cierta nostalgia, pero sin extrañar demasiado su vieja profesión: «Aunque el zapato es un objeto que me apasiona por su belleza y utilidad, ahora dar vida a mis personajes es lo que me llena. Son dos profesiones apasionantes: una tiene prisa y siempre va tarde; la otra es de planificación a largo plazo, calmada y solitaria».
Por Eva Fraile, de La Reina Lectora
@reinalectora
Inolvidar de Iris Morata
Casilda Reyes debe encontrar a su hija, quien corre un grave peligro. Aunque la última vez que la vio fue veintisiete años atrás, el día que nació. Olivier Julvois llega a la Barcelona posolímpica para ser profesor de francés. Cuando crece el vínculo con una de sus alumnas, intenta ahuyentar la tentación de lo prohibido, pero sus sentimientos hacia ella superan el remordimiento, la vergüenza y el miedo. Jackson Pullman es el Maestro. Quienes le siguen lo hacen con devoción; por él y para la Madre Tierra. La secta debe huir de su sede en Minneapolis, instalándose en el sur de Francia, donde la transgresión y el engaño llevan al límite el compromiso de la congregación.
Editorial: Caligrama (23 febrero 2021)
Tapa blanda: 546 páginas
ISBN-13 : 978-8418548901
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