Adolescentes de un futuro diferente. ¿Cómo educaremos en una realidad que será ya muy diferente? -PRÓLOGO EN CUARENTENA- «Este libro salía de mis manos, camino de la editorial, a finales de enero de 2020. No podía sospechar que revisaría las galeradas definitivas, acabando marzo, en plena cuarentena. Además, cuando llegue a las librerías, el autor, los lectores y los adolescentes tendremos nuestras miradas condicionadas por una larga e intensa experiencia vital. Mientras lo corregía, sentía que necesitaba escribir una nota previa antes de que entrara en el proceso de impresión. No podía dejar de pensar que una parte significativa de las formas de relacionarnos (entre nosotros y con ellos y ellas), de las formas de educar y de los énfasis que pondremos en lo que es importante sería (debería ser) diferente dentro de unos meses. Sé que quien leerá estas páginas será una madre o un padre que habrá convivido intensamente las veinticuatro horas del día, durante los siete días de muchas semanas, entre cuatro paredes, con un hijo o una hija adolescente. Sé que muchos profesionales habrán tenido que imaginar cómo podían seguir estando presentes desde la distancia en las vidas adolescentes. Sé que sus adolescentes estarán saturados y sorprendidos después de tantos días sin poder huir de la vigilancia adulta y experimentando a cada momento que no estaban solos en la vida.Durante estos días he escrito textos para unos y otros («Manual de supervivencia para jóvenes confinados con los padres», «Decálogo para vivir confinado entre adolescentes y descubrir la felicidad»). He acabado convirtiéndome en un instagrammer carroza. He intentado dialogar y escuchar construyendo comunidad virtual. He vuelto a comprobar que mi libro anterior ha ayudado a muchos adultos a no desesperar. En raras ocasiones se habrán conjugado tantas veces y con tanta intensidad los verbos elementales de la gramática educativa adolescente: mirar, escuchar, observar, intentar preguntar, ir dejando caer palabras, opinar, valorar… Durante esos días resultaba imposible dejar de descubrirlos, dejar de comprobar que no siempre son como los adultos imaginamos, que también tienen cara (la que siempre mostraban fuera) y no solo cruz (la que siempre veíamos en casa).Y ahora sale este libro, cuando quizá queremos olvidarnos un poco de todo eso, descansar de ellos y ellas o cuando, por el contrario, necesitamos saber más. Un texto que, como comprobarás al leerlo, parte de una idea básica: si el mundo cambia, nosotros debemos continuar educando, pero debemos hacerlo de otra manera. Y creo que esta pregunta emergía continuamente estos días: ¿cómo educaremos en una realidad que será ya muy diferente? Cuando, por ejemplo, llegues al apartado V, ya no pondrás ninguna objeción al hecho de que afirme que los adolescentes son «personajes en línea, que viven en red». Era lo que veías y vivías todos los días en la casa confinada. Piensa en el poco sentido que tenían las discusiones de finales de 2019 sobre si el smartphone tenía que entrar en la escuela. ¿Qué habría pasado durante la cuarentena sin este teléfono? La escuela, que se pondrá de nuevo en marcha durante los días en que aparezca este libro, ¿podrá volver a ser igual, siguiendo con el currículum y olvidando cómo sus alumnos aprendían en casa unas semanas atrás? Han sido días con momentos de soledad, y el adolescente, encerrado en su espacio, también se ha sentido solo. A menudo ha tenido que detenerse para ser consciente de sus sentimientos y sus emociones. Si vivía enamoramientos, atracciones y deseos, habrá tenido que descubrir la intensidad del mundo virtual o los placeres del propio cuerpo. ¿No deberemos insistir entonces en educar la sexualidad como relación, tal como propongo en el apartado III? ¿Qué nuevo o viejo valor tendrá ahora amar, dar besos y dar abrazos? Comenzará el verano y la mochila de los bienestares y malestares de cada uno tendrá acumulaciones significativas después de tanto tiempo encerrados. Los adultos encontraremos una manera u otra de superar frustraciones, de volver a la calma, de recurrir a nuestras drogas rutinarias. La lectura del apartado IV tendrás que hacerla a la luz de cómo educamos para buscar la felicidad en las nuevas dimensiones del mundo. No sé cuántas vidas adolescentes quedarán varadas, sin encontrar sentido a continuar estudiando. No sé si vendrán nuevos vientos que impulsen su «no saber qué hacer», cuando todo ha quedado patas arriba. Los últimos capítulos tendrás que leerlos pensando en cómo ayudarlos a construir sus nuevos diseños de futuro en un mundo de futuros más complejos. La crisis, como nuestra vida, como la vida adolescente, no ha sido ni es igual para todo el mundo. Cuando la vida se vuelve complicada, lo es todavía más para quienes tienen vidas complicadas. Deberemos continuar pensando en cómo acompañar todas las adolescencias, ahora que hemos redescubierto que dependemos los unos de los otros, ahora que los adolescentes sienten de nuevo que no pueden ser felices si alguien como ellos está sufriendo cerca.» 27 de marzo de 2020 JAUME FUNES |
QUIÉREME… PERO NECESITO QUE ME CUENTES MÁS -EL LIBRO- Fecha de publicación: 2 de junio ¿Cómo se enamoran los adolescentes cuando la pornografía está omnipresente en sus vidas? ¿Cómo conseguir que las drogas tengan menos preeminencia en un contexto en el que todos percibimos que el alcohol es sinónimo de pasárselo bien? ¿Cómo podemos contribuir a que sus relaciones personales sean plenas y satisfactorias en un mundo digital dominado por las pantallas y las redes virtuales? ¿Qué hacer ante los adolescentes que vivieron una infancia en la que todo pareció romperse? Estas son algunas de las preguntas a las que el experto en adolescencia Jaume Funes da respuesta en este libro, una guía imprescindible sobre cómo los padres, las madres y los educadores podemos acompañar a nuestros adolescentes e influir positivamente en su constante e impaciente búsqueda de felicidad. Jaume Funes (Calatayud, 1947), psicólogo, educador y periodista, ha dedicado buena parte de su vida a escuchar, comprender y ayudar a los adolescentes. Ha trabajado en la Administración, la escuela, la calle y los espacios terapéuticos. Autor de numerosos artículos, publicó su primer libro, La nueva delincuencia infantil y juvenil, en 1982, cuando parecía que el problema de los jóvenes eran las bandas. Recientemente ha publicado Fer de mestre quan ningú no sap per a què serveix [Hacer de maestro cuando nadie sabe para qué sirve], pensando en la renovación de la escuela. Su última obra sobre los adolescentes, Quiéreme cuando menos me lo merezca… porque es cuando más lo necesito, fue un éxito de ventas y alcanzó los 25.000 ejemplares vendidos entre las ediciones en catalán y castellano. |
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