Reseña del libro «Arrancad las semillas, fusilad a los niños» de Kenzaburo Oé.
«Arrancad las semillas, fusilad a los niños» es una novela del escritor japonés Kenzaburo Oé, publicada en 1958. Esta obra es una crítica social y política, que retrata la lucha de un grupo de campesinos contra la opresión y la injusticia en una pequeña aldea de Japón.
«Arrancad las semillas, fusilad a los niños», de Kenzaburo Oé, uno de los escritores japoneses más importantes del siglo XX y ganador del Premio Nobel de Literatura en 1994. Se trata de su primera novela, publicada en 1958, cuando tenía solo 23 años. La obra es una cruda y desgarradora historia sobre la guerra, la marginación y la supervivencia de un grupo de adolescentes delincuentes que son abandonados en un pueblo aislado por una epidemia.
El libro se basa en una experiencia real que vivió el autor cuando era niño, durante la Segunda Guerra Mundial. Oé fue evacuado junto con otros niños de su escuela a una aldea rural, donde sufrió el rechazo y el maltrato de los habitantes locales. Allí conoció a un niño coreano que era aún más discriminado que él y que se convirtió en su amigo. Esta vivencia marcó profundamente al escritor y le inspiró para crear su primera obra literaria.
La novela está narrada en primera persona por el líder del grupo de quince chicos que son enviados desde un reformatorio a un pueblo de montaña llamado Shisui. Los habitantes del lugar los consideran unos parásitos y los obligan a trabajar en las duras labores del campo. Cuando se declara una epidemia de peste bubónica, los aldeanos huyen y los encierran dentro del pueblo vacío, sin comida ni medicinas. Los chicos tienen que enfrentarse al hambre, la enfermedad, el frío y la soledad, mientras intentan mantener una cierta dignidad y solidaridad entre ellos. Entre los personajes destaca I, un niño coreano que es adoptado por el grupo y que representa la inocencia y la esperanza frente a la crueldad y la desesperación.
El título del libro hace referencia a las palabras que pronuncia el alcalde del pueblo antes de abandonar a los chicos a su suerte: «Arrancad las semillas, fusilad a los niños». Con esta frase, el alcalde expresa su deseo de eliminar a los jóvenes rebeldes que considera una amenaza para el orden social y moral. El autor utiliza esta metáfora para denunciar la violencia y la opresión que sufren los más débiles y marginados por parte de los poderosos y los conformistas. Así, el libro es una crítica a la sociedad japonesa de la posguerra, que se mostraba indiferente ante el sufrimiento de los más pobres y vulnerables.
La novela tiene un estilo directo y sencillo, pero también poético y simbólico. El autor utiliza imágenes y símbolos para expresar las emociones y los sentimientos de los personajes, así como para crear una atmósfera opresiva y angustiosa. Algunos ejemplos son el fuego, que representa la vida y la muerte; el río, que simboliza el destino y el cambio; o el bosque, que alude al misterio y al peligro. El lenguaje también refleja el contraste entre la crudeza de la realidad y la belleza de la naturaleza.
«Arrancad las semillas, fusilad a los niños» es una novela impactante y conmovedora, que nos muestra la capacidad humana para resistir y para crear vínculos afectivos en medio de las peores circunstancias. Es también una obra maestra de la literatura japonesa contemporánea, que nos acerca a la visión crítica y comprometida de Kenzaburo Oé.
La historia comienza con la llegada de un grupo de estudiantes universitarios a la aldea. Estos jóvenes, motivados por las teorías revolucionarias, buscan convencer a los campesinos para que se unan a su causa y luchen contra el sistema feudal. Sin embargo, los campesinos, que han sido oprimidos durante siglos, son escépticos y desconfían de los estudiantes.
La situación cambia cuando el líder de los campesinos, un hombre llamado Takichiro, descubre que su hijo mayor ha sido secuestrado por un grupo de militares del gobierno. Desesperado, Takichiro comienza a buscar a su hijo, enfrentándose a la brutalidad de las fuerzas militares y las autoridades locales. En este contexto de opresión y violencia, los campesinos comienzan a organizarse para luchar contra la injusticia y la opresión.
La novela aborda temas como la opresión, la lucha de clases, la violencia política y la resistencia. Oé utiliza un lenguaje crudo y directo para mostrar la brutalidad de la violencia y la represión, y también utiliza la poesía y la imaginación para retratar la lucha por la libertad y la justicia. La narrativa es compleja y multidimensional, con múltiples personajes y puntos de vista que ofrecen diferentes perspectivas sobre la lucha de los campesinos.
Uno de los aspectos más destacados de la novela es la forma en que Oé retrata a los personajes. Los campesinos son retratados como personas reales, con sus miedos, sus esperanzas y sus sueños. A través de su lucha, Oé muestra cómo los campesinos pueden encontrar su propia voz y luchar contra la opresión y la injusticia.
En resumen, «Arrancad las semillas, fusilad a los niños» es una novela poderosa y cruda que muestra la lucha de los campesinos contra la opresión y la injusticia. Oé utiliza un lenguaje directo y poético para retratar la brutalidad de la violencia y la represión, y también muestra cómo la lucha puede inspirar esperanza y resistencia. Esta novela es un recordatorio de la importancia de la libertad y la justicia en un mundo en el que la opresión y la injusticia todavía existen.
Título: Arrancad las semillas, fusilad a los niños Autor: Kenzaburo Oé Editorial: Anagrama Publicado: 1 abril 1999 Páginas: 175 ISBN: 978-8441319738 |