Entrevista a Gustavo Sierra Fernández autor de «BILLY. ALGO ES ALGO»

Entrevista a Gustavo Sierra Fernández autor de «BILLY. ALGO ES ALGO»

1. ¿Qué vamos a encontrar tras «Billy Algo es algo», y cómo definiría este libro?

Me gusta pensar en él como en una novela actual, pero con regusto clásico, es decir, de donde sacar alguna enseñanza. Billy… puede denominarse a ratos de novela policíaca o negra, pero en realidad es una excusa para el principal argumento, que es la condena a los torturadores franquistas y a su impunidad.

2. ¿Cuándo comenzaste a interesarte por la escritura y cuándo decidiste convertirte en escritor/a?

Tendría yo 15 años: fue entonces cuando decidí crear mis propias historias, pero quizás obsesionado por alcanzar un número de páginas, junto a mi prematuridad, salían cosas muy extrañas, un poco «frikis». Si veía una película, por ejemplo, del racismo en Estados Unidos, metía por algún sitio y contra natura al KKK. Y así. No guardo ningún borrador de aquella época, no sé si por desgracia o por fortuna.

3. ¿Cómo surgió la idea del tu último libro «Billy Algo es algo» y en qué te basaste para escribirlo?

Surgió cuando mi compañera, escritora con más veteranía que yo, planeaba escribir una novela de psicópatas, y yo le sugerí que el investigador fuera un policía de aquéllos. Ella abandonó el proyecto, y mi idea quedó soterrada, hasta que un día me acordé de ella y quise hacer algo: un relato corto que me iba exigiendo más y más. Poco a poco, el escrito adquirió dimensiones morales. Creo que se han escrito muchas novelas sobre la guerra civil, la dictadura, la posguerra…, pero me parece que muy pocos autores han tocado el tema de los torturadores, al menos ficticiamente.

4. ¿Qué fue lo más difícil a la hora de escribir «Billy Algo es algo»?

La trama: crear la intriga y su esfera. Desde luego, crear verosimilitud a las escenas que se describen es una de las tareas más duras que tiene un escritor. No obstante quise hacer hincapié en el tema de las torturas y su condena, aunque, viendo los testimonios reales, me quedé muy por debajo (aunque no pretendía recrearme demasiado en ellas).

5. A la hora de ponerte a escribir… ¿Tienes un horario determinado o escribes en cualquier momento del día?

Generalmente escribo hacia las 21 de la noche y hasta que me acuesto, cuando he terminado todas las tareas que tenga que hacer durante el día, pero tampoco diría que tengo un horario fijo. La ventaja de esto es que llegas con ganas y con ideas al papel.

6. ¿Tienes un lugar de trabajo determinado para escribir y como está ambientado?

La mesa de ordenador. No tiene gran ambientación realmente, salvo, y me avergüenzo, tabaco, mechero y cenicero. Estas nuevas tecnologías facilitan mucho el trabajo: con una simple búsqueda en internet puedes obtener el dato que necesitas, sin necesidad de levantarte a consultar éste u otro manual.

7. ¿Qué es lo que más te despista o distrae mientras estás escribiendo?

Pocas cosas: puedo escribir con el fútbol que ve mi padre de fondo, manteniendo una conversació por whatsapp y yo qué sé qué más.

8. ¿Cómo es la creación de los personajes de tus libros?

Generalmente tomo un modelo real y lo moldeo a mi gusto. Mi protagonista, por ejemplo: por mínimamente sagaz que sea un lector, sabrá exactamente en quién o quiénes está inspirado. Otros solo tomaron algún elemento de otras personas reales: una historia personal, un mote, la transformación de un apellido en otro… O incluso personas que admiro, como mi Comisario Cabezas, que está inspirado por el actor Agustín González.

9. ¿Tienes alguna anécdota graciosa que compartir con nosotros? Algo curioso que te ocurriera mientras escribías «Billy Algo es algo» o en alguna presentación.

Para construir el personaje de Marisa, la esposa del protagonista, me basé en la anécdota de la mujer de Tejero llamándole y pidiéndole que no hubiera sangre. He de decir que en su momento me impresionó, pero cuando en un reportaje descubrí que lo dijo coaccionada por el gobierno y que era tan integrista como su marido, tuve que declarar en voz alta: «Desde luego, mi Marisa es mucho mejor».

10. ¿Lees las reseñas o críticas que se hacen de tus libros?

Como solo me han hecho una, sí: la he leído. Naturalmente, cuando lleguen más las leeré todas y tomaré lecciones valiosas tanto de las positivas como de las negativas. Soy de los que piensan que las críticas te ayudan a avanzar, siempre que se hagan con buena fe.

11. ¿Qué estás leyendo actualmente? ó ¿Cuál es el último libro que has leído?

Ahora mismo, «Campos de Castilla» de Antonio Machado, y los Ensayos de Montaigne, que son muy divertidos. Cuando escribí Billy… acababa de leer «El ruido y la furia» de William Faulkner.

12. ¿Cuáles son tus autores preferidos y que nos recomendarías leer?

Me gusta mucho la novela realista del siglo XIX: Victor Hugo y Dostoievski, por ejemplo; creo que es el equilibrio perfecto entre arte y denuncia social. Bertolt Brecht en teatro, de quien se puede aprender la técnica del distanciamiento. Faulkner, como he dicho. Y de españoles, Lorca, Machado, Galdós, etc.

13. Aparte de leer, ¿tienes otras aficiones?

Escucho mucha música, de todo tipo. Rock es lo que más me gusta, pero también el folk, el jazz, el blues… Toda la música buena.

14. ¿Qué consejos darías a alguien que quiere ser escritor, o escritora?

Leer: leer mucho, sobre todo clásicos, todo lo que se haya hecho hasta ahora y se considere como tal. Es la única manera de aprender y de estimularse: pretender emular a los grandes genios, sin que sea necesario conseguirlo o superarlo.

15. Para terminar, me gustaría que nos contaras sobre lo que buscas y pretendes como novelista/escritor/a.

Sencillamente que llegue a la gente, que lo lean y, a parte de gustarles, que les anime a saber más si desconocen el tema. Quizás suene un poco pretencioso, pero que sirva para arrojar luz sobre la vida de alguien.