Pilar García Elegido, directora de cine y autora de «Distancia social»: «Somos narradores de historias desde las palabras y desde las imágenes».
Pilar García Elegido es una directora de cine española, en concreto, directora, guionista y productora, que en 1997 ganó el Goya al mejor cortometraje documental con Confluencias. En el año 2000 volvió a ser nominada al Goya al mejor cortometraje documental con Positivo y en 2015 con Ventanas. La trayectoria de Pilar es amplia y, en estos momentos, tenemos la suerte de disfrutarla también en el ámbito literario gracias a la reciente publicación de su foto–libro Distancia social.
Charlamos con ella.
La primera pregunta es bastante emocional. El foto–libro Distancia social me suscita muchas cosas, muchas emociones. Así que supongo que, para ti, como autora, debe ser toda una explosión. ¿Me cuentas algunas de las sensaciones que este trabajo haya podido despertar en ti?
Distancia social es un retrato de las emociones que sentimos todos durante los primeros meses de pandemia, especialmente la incertidumbre, respecto a la salud, la economía, la forma de relacionarnos o el futuro. A veces la incertidumbre caminaba hacia el miedo.
Durante los largos paseos fotográficos que han dado origen al libro, he intentado ponerme en los zapatos de cada una de las personas a las que he fotografiado. La fotografía de calle no cuenta con preparación. Captas el instante tal cual. Durante unos instantes se crea un vínculo especial con cada persona retratada, a la que probablemente no vuelvas a ver nunca más. Por las circunstancias que vivíamos, cada una de esas personas también era yo. Su modo de caminar y de enfrentarse a la calle era también el mío.
El nerviosismo observado en los primeros tiempos, fue dando paso a una aceptación expectante y finalmente a la emoción de vislumbrar el posible control de la pandemia.
Cada fotografía ha sido una luz, una guía en mi propio camino para sosegar la incertidumbre.
¿No te da miedo que la gente rechace tanto la pandemia que lo haga también hacia las obras gráficas que han derivado de ella? ¿Crees que tiene cabida la creación artística sobre este periodo cuando aún lo tenemos tan reciente?
Después de las dificultades de la pandemia, es lógico que haya cierta reticencia a recordar esa época y, desde luego, la fotografía plasma ese tiempo. Sin embargo, creo que cuando nos enfrentamos a esas imágenes, hay una sensación de tiempo pasado, de puerta que se cierra, como si ejecutásemos el final de un duelo. Esa es la sensación que me han transmitido algunas de las personas que ya han leído el libro.
Distancia social busca la belleza en las imágenes y en la evocación de un tiempo difícil y creo que, en cualquier caso, su testimonio puede ser interesante ahora y también en un tiempo futuro.
Distancia social son más de 400 fotografías. ¿Podrías describirme alguna de las que más significado tienen para ti y contarme por qué?
Una mujer y un hombre de edad avanzada, pareja, caminan por una calle del centro. Pasan delante de un teatro donde un cartel anuncia un espectáculo flamenco. Se paran justo delante de los ojos enormes de la mujer que protagoniza el anuncio. Los dos empiezan a consultar sus móviles, cada uno abstraído del mundo y del otro.
Desde la otra acera veo la foto de ellos dos parados, distantes uno del otro, con unos ojos profundos observando sus movimientos de cerca. Disparo la cámara.
La enorme dependencia que tenemos del móvil es una de las cuestiones que me ha llamado la atención durante mis largos paseos fotográficos. La gran cantidad de personas, de cualquier edad, caminando por la calle bajando la mirada para mirar un mensaje, una red social, una web. La comunicación a distancia quizás tenga como contrapunto una cierta incomunicación en la vida real. Dedico uno de los capítulos del libro a este tema: (In)Comunicación.
Supongo que tu profesión como directora, productora, guionista y programadora ha desarrollado en ti una mirada muy concreta hacia el mundo que nos rodea. ¿Qué historia quieres contar o cuentan, por sí solas, el conjunto de imágenes que conforman el libro?
El libro quiere componer un fresco de la época en el que las calles y nosotros, parecemos otros. Quizás somos otros. La vida cotidiana se palpa en las calles y durante la pandemia las calles cambiaron porque nuestras actividades se vieron limitadas y teníamos que cumplir unas normas de distanciamiento físico para evitar los contagios que hacía que la interrelación social fuese extraña. Distancia social narra esa historia a través de las imágenes, organizadas en capítulos que nos muestran aspectos muy diversos.
Además, había más fotografías… Las que no aparecen, ¿por qué fueron descartadas?
Realicé más de 30.000 fotografías, hacer la selección ha resultado muy difícil. Después de un complicado proceso llegué a una preselección de 1.000 fotografías. Podría haber utilizado cualquiera de ellas. La selección final tuvo que ver con la estructura final del libro, a través de epígrafes que no tenían que ver con la cronología de lo ocurrido en pandemia, sino con temas muy variados. Las fotografías finalmente incluidas son las que he considerado que ofrecen una ilustración ajustada al contenido de cada capítulo.
También se habla de poesía visual con relación a Distancia social. Cuéntanos un poco cómo está estructurada la obra. ¿Todas las fotografías tienen un texto que las acompaña? ¿Los textos son expositivos o literarios? ¿Podemos distinguir distintas partes o secciones?
He decidido dividir esta publicación en epígrafes temáticos que han tenido relevancia a lo largo de los paseos fotográficos que han dado origen al libro. Hay encabezamientos que indican momentos precisos como Verano 2020 o Navidad 2020, pero otros que se alejan de la temporalidad como Bicicletas, Noche, Esquinas, Cultura o Escaparates.
En cada capítulo las fotografías se alternan con textos que tienen su origen en un pequeño cuaderno en el que yo iba escribiendo impresiones y experiencias a medida que realizaba las fotografías.
Se habla de poesía visual porque las fotografías y los textos procuran alejarse de lo descriptivo y acercarse más al mundo emocional. Lo que yo sentí a lo largo de esos paseos muy probablemente lo haya sentido mucha gente. Intento trasmitirlo a través de la escritura y de su relación con las imágenes.
Pilar, ¿crees que vale más una imagen que mil palabras?
Creo que las palabras muchas veces transmiten imágenes potentes y que las imágenes nos narran historias muchas veces sin palabras. En definitiva, somos narradores de historias desde las palabras y desde las imágenes.
¿Dónde se puede adquirir Distancia social?
En este momento se está vendiendo en las siguientes librerías: Ocho y Medio, La Fragua, Arrebato y La Librería.
¿Cuáles son tus futuros proyectos?
Estoy terminando un libro de relatos que se llamará probablemente “Amores mínimos” y, después, retomaré una novela ya empezada, “Siete caracoles y un balón”.
También trabajo en proyectos vinculados al documental. Pronto retomaré mi documental Positivo para encontrarme con el protagonista unos años después.
Por otra parte, desde hace tiempo trabajo en una serie fotográfica dedicada a un barrio de Madrid y en otra sobre Venecia. Me gusta adentrarme en cruces de camino creativos, así que probablemente, en el futuro volveré a realizar alguna obra en la que fotografía y textos vuelvan a encontrarse.
Por Eva Fraile, de La Reina Lectora
@reinalectora