«45 días por año» y «El mito del chiringuito», de Mar del Olmo: cómo hacer humor de lo cotidiano.
De dónde va a salir el próximo icono literario es algo que no se sabe. Aparecen así, de repente, y ya se quedan para siempre con nosotros. Si podría pasar eso con Ana, la protagonista de los libros de Mar del Olmo (Valdepeñas, Ciudad Real, 1968), es algo que el tiempo dirá, pero, desde luego, a ella le ha quedado un personaje redondo que va a conseguir conectar a la perfección con el público.
Mar del Olmo es una escritora manchega, pucelana de adopción, que está convencida de que conseguir la vida de nuestros sueños pasa por rebajar nuestras expectativas, y de que, en definitiva, el origen de nuestra infelicidad radica en que solemos marcarnos objetivos inalcanzables. Aprender a desmarcarse de lo que se supone que hemos de «conseguir» es fundamental, pero tremendamente complicado. «Da igual la edad que tengas, todos tenemos en común que nos marcamos unos objetivos inalcanzables, y de ahí vienen la frustración y la infelicidad. Si eres feliz con pequeñas cosas y asumes cuál es tu vida y dónde están los límites de mejora que puedes llevar a cabo, tendrás la vida perfecta. No existen vidas imperfectas, sino actitudes inapropiadas», reflexiona la valdepeñera.
Del Olmo comenzó en la escritura tratando de relatar las desventuras que le sucedían en su día a día, con un tono incluso amargo, pero le acabo pudiendo la vis cómica, y su primer libro, 45 días por año, terminó siendo una obra con un tono marcadamente humorístico. A aquel le siguió incluso una continuación, El mito del chiringuito, dando forma a una pequeña colección de las andanzas de Ana, su más célebre personaje. La autora reconoce, modestias aparte, que para ella no supone ningún reto escribir en clave de humor: «Es mi forma de hacerlo y no conozco otra. Si piensas en escribir pendiente de buscar la broma que provoque la risa, pierdes frescura y naturalidad. No busco más que entretener siendo fiel a mi estilo».
Su protagonista, Ana, una mujer madura que vive la trepidante cotidianidad que supone traspasar el umbral de los cuarenta, nos presenta una realidad que siempre ha estado ahí, pero que seguramente no se ha retratado con tanta frecuencia como debiera. Tal vez, no a mucha gente le ha parecido que se trataba de una edad digna de hacer a una mujer protagonista de una historia, pero estoy segura de que, tras leer a Mar del Olmo, nadie volverá a ver las escenas del día a día de la misma forma. Y la pregunta que me hago (y que le hice a la propia escritora) tras conocer sus libros es si puede llegar su Ana a convertirse en un icono literario: «¿Por qué no? Ya tuvimos tiempo para las Madame Bovary y las damas de las camelias. Ahora es el turno de las rellenitas que se tiran a bomba a las piscinas de los spa de lujo. Si Ana representa a una inmensa mayoría de un determinado grupo de edad, puede convertirse en un icono para ellas porque se sientan identificadas. Queremos más personas reales y menos desayunos de Instagram».
Otra pregunta muy interesante, ya que hablamos de esto del humor costumbrista, de hacer de lo cotidiano un gag, es qué tendrán los manchegos con el humor. Tal vez no pueda decirse que el humor absurdo lo inventaron ellos, pero le han dado una vuelta de tuerca que ha transformado para siempre el panorama humorístico español. «Yo creo que el humor manchego es muy general para todo el territorio nacional», argumenta Del Olmo. «Somos campechanos, acogedores y creo que con un buen sentido del humor. Esa hornada de humoristas es de lo mejor que hay. Joaquín Reyes, Ernesto Sevilla, José Mota… han creado personajes inolvidables y tronchantes. Pero también muy costumbristas. La vieja del visillo podría vivir también en Galicia y seguiría siendo igualmente divertida. El manchego primero se ríe de sí mismo y luego de los demás, y tengo la sensación de que ahí radica la clave del éxito».
Por Eva Fraile, de La Reina Lectora
@reinalectora
45 días por año
de Mar del Olmo
Ana tiene cuarenta y tantos años, dos hijos adolescentes, un marido silencioso, un jefe gay que la utiliza como chica para todo y un perro que es el único que se alegra de verla cuando entra en casa. Ana tiene un imán especial para las situaciones grotescas. Trabaja en el suplemento de belleza de un diario nacional y le gusta su trabajo. Pero, últimamente, siente que todo le viene grande, salvo su ropa, que se empeña en encoger con respecto a su voluptuoso cuerpo, fruto del estrés y la menopausia. La entrada en escena de una jovencita ambiciosa hará que su estabilidad laboral se tambalee. El efecto mariposa se encargará del resto. Crisis en su matrimonio, con sus hijos y finalmente, la hecatombe: un ERE. ¿Qué hacer cuando no eres feliz en ningún sitio? ¿Es la huida lo más valiente que puedes plantearte cuando te han pisado todo menos el bolso? Hilarante comedia basada en la vida real de muchas mujeres que no han tenido tiempo ni de padecer la temida crisis de los 40.
El mito del chiringuito
de Mar del Olmo
«Saldremos de esta» fue la única frase de consuelo que se le ocurrió a mi marido cuando ambos nos quedamos sin trabajo con más años que el hilo negro. Y ya lo creo que salimos Obligué a mi marido, mis hijos adolescentes y mi perro zampón a abandonar Madrid para mudarnos a Cádiz y montar un chiringuito. Apenas teníamos idea de cómo llevar una casa en condiciones y nos pusimos a regentar un negocio. Qué podía salir mal Invitamos a la familia a la inauguración y casi se quedan a vivir con nosotros… dudo mucho que fuera porque nos echaran de menos a causa de la separación y la distancia.No se vive nada mal junto al mar y hemos conocido gente interesante, pero yo tengo un secreto que no sé cómo contar a mi familia… saldré indemne de esta o habré firmado mi sentencia de muerte cuando confiese Si te quedaste con las ganas de saber qué pasaba después del «y comieron perdices» de 45 días por año, El mito del chiringuito es la esperada continuación de la ópera prima de Mar del Olmo.Una divertida novela que demuestra que, a veces, los mejores sueños se transforman en las peores pesadillas.